viernes, 15 de junio de 2012

DE (ANIMALES Y) PLANTAS : UNA NUEVA VIDA PARA LA COSA DEL PANTANO

Por Miguel Garre

La vida es evolución. Crecer, madurar e, incluso, cometer errores, es parte del proceso de aprendizaje que conformará nuestras vidas. Y los personajes de los cómics no son ajenos a ello. De hecho las historias que más nos emocionan, los personajes con los que más identificados nos sentimos, son aquellos que sufren, disfrutan y se enfrentan a retos junto a nosotros, si bien el nuestro puede ser el examen del viernes y el suyo luchar contra Galactus.
 
Uno de los mejores ejemplos sería Spiderman, un personaje al que hemos visto convertirse en héroe, crecer (con sus problemas en el instituto de timidez, de no encajar con los otros...), madurar como persona (y como héroe), e incluso casarse (y estar a punto de formar una familia). Todo eso, aunque no lo hayamos vivido “en directo” (ya que muchos no habíamos nacido cuando apareció por primera vez allá por el 1962), hace que tengamos una conexión especial con este personaje (como con muchos otros). Esta conexión, de hecho, es a veces lo que más nos “engancha” a una colección más que las batallas épicas, o las tramas enrevesadas (aunque, claro, todo influye).

Pero claro, todo el mundo sabe que los cómics son para niños (¿?????????), y después de tantos años de evolución, los responsables de las diferentes colecciones empiezan a ponerse nerviosos sobre si los nuevos (y jóvenes) lectores no podrán encontrar esa afinidad con un personaje excesivamente maduro (para ellos viejo). Así aparece la involución.

De nuevo contaremos con Spiderman (ya que, pese a no tener nada que ver con el sujeto de este artículo, es el mejor ejemplo posible). Tras un intento fallido de hacerlo “más accesible” a las nuevas generaciones, con la horrorosa saga del clon (con la sustitución de Peter Parker por una versión idéntica pero “menos madura” y soltero), mucho después la saga, menos horrenda pero poco creíble, “Un día más – Un nuevo día”, se ventilaba de un plumazo las últimas visicitudes del personaje (que lo habían redefinido totalmente), así como su matrimonio y su status quo de personaje más maduro.

Y si Spiderman no tiene nada que ver con este artículo, ¿a qué se debe todo este rollo? –os preguntareis.... Paciencia que ya estamos llegando.

Mientras tanto, en el universo DC no ocurrían cosas tan escandalosas como en el Marvel (aunque hacían sus pinitos, como los malabarismos que hicieron con Hal Jordan –aka Green Lantern-, para devolverle sus status quo de héroe, o su mano a Aquaman –la historia es algo más compleja que esto pero tampoco la conozco del todo-), pero cada cierto tiempo si que hacían unos “ajustes” de su universo con sus diferentes “Crisis” (Crisis en las tierras infinitas, Hora Zero, Crisis Final......), que cambiaba algunas circunstancias más o menos importantes de la mayoría de los personajes, para ajustarlos a los tiempos modernos o bien al nuevo trazado de su colección.

Un pequeño reducto en este universo era el sello Vertigo, que correspondía a las colecciones destinadas a un público adulto y enfocadas en un principio al género de terror (bueno, más o menos). Cierto que sus principales abanderados (Sandman, Hellblazer, La Cosa del Pantano -¿veis nos vamos acercando?-, Shade el hombre cambiante o Animal Man) no habían nacido bajo esta impronta, ya que dicho sello aún no existía, e incluso, algunos de ellos habían tenido diferentes puntos de contacto con el resto del universo DC. Pero son precisamente estos títulos, junto a algunas novelas gráficas (por ejemplo “Orquidea Negra” de Gaiman y McKean) y algunos proyectos que desean desarrollar buscando ese público adulto “desligado” del género superheróico, los que abren las puertas a este nuevo formato. Así durante mucho tiempo, las colecciones entroncadas en dicho sello funcionaban según sus propias leyes completando su ciclo vital (algunas) hasta el final deseado por su creador (en la mayoría de los casos el guionista –que en este sello cobraba más importancia que el acabado artístico-), o bien (otros), finalizando cuando las ventas bajaban considerablemente.

De hecho, de los personajes antes mentados, sólo Hellblazer (curiosamente un personaje nacido de la mano de Alan Moore en su etapa en La Cosa Del Pantano) continúa su andadura bajo el sello Vertigo, amén de sendas (re) encarnaciones de La Cosa Del Pantano y Animal Man, iniciadas hace menos de un año (acaban de publicarse en Estados Unidos los números 10 de ambas).

Y no lo tenía nada fácil La Cosa Del Pantano para su “triunfal” retorno (al fin hemos llegado, ¿veis?), después de varios intentos fallidos de devolver al personaje al medio.

Y es que, si bien fueron Len Weeks y Bernie Wrightson los creadores del personaje, y Alan Moore el que lo redefinió y le dio mayor popularidad, fue, años más tarde, el por aquel entonces desconocido Mark Millar (ayudado en el primer arco por el prestigioso Grant Morrison) el que puso un broche final a la colección y, para bien o para mal, la llevó a su conclusión final de forma magistral y absolutamente coherente, pero al mismo tiempo llevándolo hasta un camino sin retorno, imposible de retomar por parte de otros guionistas. Algo que sólo ha podido continuarse gracias a un “reset” genérico de todo el universo DC (algo parecido a las crisis antes comentadas pero incluso algo más radical), que ha permitido retomar el personaje después de su muerte en el primer número de la serie (de la primera serie del personaje), sin eliminar tampoco todo lo que ha venido después (más o menos).
 
Todo esto después de varios intentos fallidos (precisamente por la dificultad que hemos comentado), algunos de ellos incluso de cierto interés y calidad, hasta que este “reset” del universo DC ha permitido recuperar al personaje de una manera más “sencilla”. ¿Será esta la definitiva? La verdad es que tiene toda la pinta puesto que no se han conformado con recuperarlo sino que encaran una de las historias más ambiciosas del personaje, tanto por la eliminación – no eliminación de todo lo narrado anteriormente, sino además una historia que marcha paralela a la narrada al también nuevo “reboot” de Animal Man, y que cruzará los destinos de ambos personajes.

Pero de todo ello, hablaremos el la segunda parte de este artículo en la que repasaremos el curso que le dio Millar al personaje, el por qué del fracaso de los intentos posteriores y el nuevo rumbo de la nueva colección.




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